La temporada de 1979 había dejado a Jody Scheckter y a Ferrari como campeones del mundo de pilotos y constructores de Fórmula 1, en buena medida gracias a la lealtad mostrada por Gilles Villeneuve con su compañero, respetando las órdenes de equipo y la voluntad del “commendatore” Enzo, aunque también los errores propios del canadiense acabaran alejándole del título.
Pero, todas las esperanzas que pudiera albergar Gilles Villeneuve de suceder en el trono de la Fórmula 1 a su compañero, Jody Scheckter, se vieron frustradas tan pronto como pudieron comprobar el verdadero potencial del Ferrari 312 T5 con el que iban a comenzar desde la primera carrera de la temporada 1980.
Derivado de la versión anterior, el 312 T4 con el que Ferrari había conquistado en 1979 el doble entorchado (pilotos y constructores), la evolucionada versión T5 había recibido algunas modificaciones que no fueron suficientes para luchar contra sus rivales: se estrechó la carrocería y se retocó el diseño de los pontones para rebajar la resistencia aerodinámica, se optimizó la respuesta del motor (515 CV a 12.300 rpm), se introdujo una caja de cambios de 6 velocidades, se realizaron ajustes en la suspensión y se introdujeron nuevos frenos en el eje trasero.
La falta de competitividad del Ferrari 312 T5 venía impuesta, en buena medida, por la inamovible estructura y volumen de su motor de 12 cilindros horizontales opuestos, que continuaba impidiéndole obtener el deseado efecto suelo con el que contaban ya varios de sus rivales británicos (favorecidos por el menor tamaño de sus propulsores V8), afectando también al agarre de unos neumáticos Michelin que no rindieron lo esperado.
La consecuencia de su deficiente eficacia aerodinámica quedó reflejada en los paupérrimos resultados de ambos pilotos esa temporada de 1980, sumando tan solo 8 puntos entre Jody Scheckter y Gilles Villeneuve (frente a los 120 puntos sumados por los Williams-Ford ganadores), el segundo peor resultado en la historia de Ferrari, solo superado por la temporada de 1969, donde sus pilotos (Chris Amon y Pedro Rodríguez) sumaron 7 puntos al volante del Ferrari 312.
La situación de desesperación de Jody Scheckter a lo largo de la temporada llegó hasta la indignación en los entrenamientos oficiales del GP de Canadá de 1980 (Isla de Notre Dame), donde el campeón en título no fue capaz ni de clasificarse para la carrera, sumando tan solo 2 puntos en el GP de EEUU del Oeste (Long Beach), al finalizar en quinta posición.
Para Gilles Villeneuve, el desastre tan solo quedó disimulado por unos resultados algo mejores que los registrados por su compañero en Ferrari, con 2 quintas posiciones (GP de Mónaco y GP de Canadá) y otras 2 sextas posiciones (GP de Bélgica y GP de Alemania) que le permitían sumar un total de 6 puntos en 14 carreras.
Quizás lo más positivo de aquella temporada para olvidar fuera la indudable buena suerte que tuvo el piloto canadiense para salir ileso del espectacular accidente sufrido en la sexta vuelta del GP de Italia 1980, el único disputado en el Autódromo Dino Ferrari de Imola (a partir de 1981, Imola sería ya sede del GP de San Marino).
Rodando a 290 km/h, en la rapidísima curva a derechas antes de llegar a la frenada de la curva de “Tosa” (curva que en la actualidad tiene el nombre de Villeneuve), el reventón del neumático trasero derecho le lanzaba contra las protecciones, sufriendo un fuerte impacto que provocaba la práctica destrucción del Ferrari 312 T5, de cuyos restos surgió indemne, una vez más, aquel “Príncipe de la Destrucción”.
El día antes, en la sesión de calificación, su compañero Jody Scheckter había sufrido otro espectacular accidente en el mismo lugar (del que salía también por su propio pie), punto fatídico en el que, años después, perdió la vida Roland Ratzenberger (entrenamientos del GP de San Marino de 1994).
La debacle experimentada en Ferrari durante la temporada 1980 llevaría a un desmotivado Jody Scheckter no solo a dejar la “Scuderia del Cavallino” al finalizar la última carrera, sino que también abandonó la Fórmula 1 de manera definitiva (anunciándolo justo después de su fuerte accidente en Imola), dejando así a Gilles Villeneuve como primer piloto del equipo para la temporada 1981.
Caprichos del destino harían que Jody Scheckter fuera el último piloto campeón con Ferrari durante los siguientes 21 años, más de dos décadas sin títulos que finalizó Michael Schumacher en 2000, obteniendo su tercera corona de Fórmula 1 al volante del Ferrari F1 2000.