Abarth es hoy en día una marca de automóviles filial del Grupo Fiat, que fabrica coches de corte deportivo evolucionados a partir de los modelos convencionales del fabricante italiano.
Pero su ya dilatada historia se remonta a 1949, cuando su fundador, Carlo Abarth, comenzó a producir carrocerías para algunos modelos de Ferrari y también evoluciones mecánicas enfocadas hacia distintos coches de competición (destacó especialmente por sus tubos de escape de alto rendimiento).
Las preparaciones Abarth realizadas en la década de 1960, en coches como el Porsche 904 o el Ferrari Dino, le valieron un buen número de triunfos en subidas de montaña y pruebas de Gran Turismo, forjando una sólida implantación en el mundo de las carreras.
Además de coches puramente de competición (como el Fiat Abarth 1000 Spider Sport), también explotó la fabricación de coches de construcción propia (Abarth 205A Berlinetta), la preparación de coches de competición derivados de la calle (Fiat Abarth 850 TC Corsa) y la evolución mecánica en algunos modelos de producción en serie, acercando las sensaciones de los coches de carreras a los vehículos convencionales y colaborando de forma activa con marcas como Fiat, Porsche y Simca.
Son especialmente conocidas las numerosas realizaciones de Abarth tomando como base los modelos más pequeños y asequibles de Fiat, coches como el Fiat Abarth 595 (1963), el Fiat Abarth OT 1600 (1964) o el Fiat Abarth OT 1300 Coupé (1966), que gustaron especialmente en su época por sus cualidades y prestaciones de características deportivas.
A mediados de 1971, Fiat compró toda la infraestructura de Abarth y la marca del escorpión pasó a ser la sección de competición del fabricante italiano, produciendo todos los coches de carreras de Fiat (algunos tan emblemáticos como el Fiat Abarth 124 Rally o el Fiat Abarth 131 Rally) y también algunos de los modelos de carreras realizados por las marcas subsidiarias del Grupo Fiat, como Lancia y Autobianchi (A112 Abarth).
En la década de los 80, el nombre de Abarth se asoció con algunas de las versiones deportivas de Fiat (Abarth Ritmo 125 TC) y Autobianchi (A112 Abarth), para pasar al olvido durante toda la década posterior.
La marca italiana rescató la denominación “Abarth” en 2001, para ofrecer un nivel de acabado de corte deportivo en el Fiat Stilo, convirtiendo Abarth en marca propia a partir de 2007, con la aparición de coches de pequeño tamaño pero rabiosas prestaciones, como el Abarth Grande Punto o el Abarth 500.
Ahora disfruta al detalle con esta selección de radiografías de Abarth.