Hablar de Ferrari es hablar de modelos deportivos con mayúsculas, considerados por muchos como los coches más bellos y excitantes que ruedan por las carreteras.
A lo largo de su ya dilatada historia, la marca del “cavallino” ha puesto a la venta algunos de los principales “Súper deportivos” fabricados hasta la fecha, coches muy radicales, potentes y exclusivos que salieron de la factoría de Maranello en edición limitada y con especificaciones próximas a los coches de competición.
Podríamos considerar que, quizá, el primero de dichos súper deportivos tan especiales fue el Ferrari 250 GTO fabricado en 1962. Aquel coche desarrollado para la competición sobre la base del Ferrari 250 GT SWB (batalla corta) contaba con una carrocería completamente de aluminio, un motor V12 3.0 que desarrollaba 300 CV a 7.400 rpm, cambio manual de cinco marchas y frenos de disco en las cuatro ruedas, con un peso de tan solo 880 kg para alcanzar una velocidad máxima cercana a los 280 km/h. Únicamente se fabricaron 39 unidades y hoy en día es considerado como uno de los coches más cotizados y valorados en todas las subastas internacionales (recientemente se ha llegado a pagar 38 millones de euros por uno de ellos).
El siguiente “Gran Turismo Omologata” llegaría en 1984. El Ferrari 288 GTO contaba con un motor V8 2.8 Biturbo que desarrollaba 400 CV a 7.000 rpm y una carrocería fabricada en aluminio y materiales compuestos que aligeraba su peso hasta 1.160 kg. Con todo esto era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 305 km/h. Su producción limitada se quedó en 272 unidades (inicialmente estaba previsto producir sólo 200 GTO), que estaban ya vendidas antes de comenzar su fabricación.
En 1987 salió a la calle el Ferrari F40, sin duda todo un icono de la historia del automóvil, el modelo conmemoración del 40 Aniversario de Ferrari y el último súper deportivo que vio nacer Enzo Ferrari antes de fallecer en 1988. Su chasis fue el primero de calle fabricado con elementos en fibra “composite” y su peso total no superaba los 1.100 kg. De nuevo, su motor 3.0 V8 contaba con doble turbo y desarrollaba una potencia de 478 CV a 7.000 rpm, para alcanzar los 324 km/h de punta y acelerar de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos. Del Ferrari F40 se fabricaron 1.311 unidades en total y su producción finalizó en 1992.
No se hizo esperar mucho el sucesor. Entre 1995 y 1997 se iban a fabricar las 349 exclusivas unidades del Ferrari F50, un súper deportivo con tecnología próxima a la Fórmula 1, con chasis de fibra de carbono, carrocería “Spider”, amortiguadores y muelles montados en posición horizontal y un motor 4.7 V12 atmosférico que desarrollaba 520 CV a 8.000 rpm para un peso de 1.230 kg, obteniendo así una velocidad máxima de 325 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos.
El siguiente en llegar sería el Ferrari Enzo, un coche prácticamente de carreras con especificaciones de calle que se ponía a la venta entre 2002 y 2004 en edición limitada a 400 ejemplares. Chasis y carrocería en fibra de carbono, elaborado diseño aerodinámico en el túnel de viento, frenos carbono cerámicos, caja de cambios robotizada “F1” de seis marchas, un motor V12 6.0 de 660 CV a 7.800 rpm y 1.255 kg de peso eran los elementos característicos de este radical deportivo capaz de superar los 350 km/h de punta y acelerar en 3,6 segundos de 0 a 100 km/h.
El último descendiente de todos estos súper deportivos ha sido el Ferrari LaFerrari, el primer modelo de la marca con tecnología híbrida y nada menos que 963 CV de potencia final. Su producción está limitada a 499 unidades y las primeras unidades se han empezado a fabricar a finales de 2013.
Ahora disfruta al detalle de las radiografías de todos los Ferrari súper deportivos.