Como otras muchas marcas de la automoción, la aparición de Alpine es el resultado del trabajo y la pasión por el mundo del automóvil y la competición.
El artífice es Jean Rédélé, un entusiasta mecánico francés de Dieppe que, a partir del Renault 4CV original (también conocido como Renault 4/4), construyó una afinada versión de carreras con la que obtuvo destacables éxitos en competiciones sobre carreteras alpinas de montaña, motivo por el cual llamó a sus modelos con la denominación de “Alpine”.
La colaboración entre Alpine y Renault se hizo más extensa, hasta fabricar en 1955 el primer Alpine A106, un modelo con carrocería coupé desarrollado a partir del Renault 4CV, aunque convenientemente potenciado (43 CV) y evolucionado en su chasis para mejorar la eficacia, introduciendo una aligerada carrocería fabricada en fibra de vidrio.
La versión desarrollada para competición (Alpine A106 Mille Miles) obtendría rápidamente los éxitos esperados y destacaba por recurrir a una suspensión trasera que tenía conjuntos de doble amortiguador telescópico (dos por rueda), solución que sería empleada posteriormente en otros modelos como el Renault-Alpine A110 Berlinette).
Poco después, durante el Salón de París de 1957, sería presentado el Renault-Alpine A108 Berlinette, un nuevo deportivo con carrocería coupé que estaba desarrollado sobre la mecánica del Renault Dauphine y que sorprendería a todos por su estilizada línea, contenido peso y cualidades dinámicas.
Entre 1960 y 1965, también aparecerían las versiones con carrocería descapotable (Alpine A108 Cabriolet Sport) y con habitáculo alargado de cuatro plazas (Alpine A110 GT4).
Cuando en 1961 llegaba lo que podríamos considerar la segunda generación del “Berlinette”, el nuevo Renault-Alpine A110 mostraba un modernizado diseño inspirado en el anterior modelo, aunque tomaba la base mecánica del Renault 8 e introducía una variada gama de propulsores de 1.100, 1.300, 1.400 y 1.600 centímetros cúbicos (con potencias entre 66 y 140 CV) que animaban las prestaciones de este ligero deportivo con carrocería de fibra de vidrio.
El Alpine A110 se mantuvo en producción hasta 1978, comercializado a la par con el Renault-Alpine A310 aparecido en 1971. Este coupé 2+2 contaba con una característica batería de seis faros delanteros y montaba el propulsor Gordini 1.600 de cuatro cilindros en línea (126 CV).
En 1976 experimentaba un rediseño exterior e introducía un nuevo motor 2.7 V6 (utilizado por Renault, Peugeot y Volvo) que desarrollaba en el Renault-Alpine A310 V6 una potencia de 150 CV, mientras que el Alpine A310 V6 “Pack GT” llegaba en 1983 con nuevos elementos aerodinámicos (inspirados en el Alpine A310 Grupo 4 de competición), aletines ensanchados y un motor V6 2.9 de 193 CV de potencia.
Este modelo daría paso a partir de 1985 al Renault-Alpine V6 GT, una nueva generación evolucionada en su chasis y mecánica que mantenía la configuración interior 2+2 y el motor colocado longitudinalmente en la parte trasera. Dicho Alpine V6 GT (también conocido como Alpine GTA) tenía un propulsor V6 2.8 atmosférico que desarrollaba 162 CV de potencia, aunque pronto se añadiría un motor V6 2.5 Turbo que alcanzaba los 200 CV (Renault-Alpine V6 GT Turbo).
Varias versiones de este modelo fueron apareciendo hasta 1991, siendo el Alpine V6 GT Turbo Le Mans el más destacado, gracias a su ensanchamiento de carrocería, llantas BBS de 17” y motor V6 2.5 Turbo potenciado hasta 210 CV.
A partir de 1991 sería el nuevo Renault-Alpine A610 V6 Turbo el encargado de situarse como el coche más deportivo de la gama. Mostraba nuevas soluciones estilísticas en su carrocería, un equipamiento más abundante e introducía una evolución del motor V6 Turbo con la cilindrada incrementada hasta 3,0 litros, desarrollando así 250 CV de potencia. Su etapa comercial no duraría mucho tiempo, saliendo el último modelo de la factoría de Dieppe en 1995 y, con él, el último modelo de serie producido por Alpine hasta la fecha.
Pero la historia de esta marca tampoco hubiera sido posible sin sus éxitos deportivos en el mundo de la competición, inicialmente con las realizaciones particulares de Jean Rédélé y posteriormente con la participación oficial de Renault.
Además de los modelos iniciales empleados para carreteras de montaña, pronto llegarían las competitivas versiones inscritas en los rallyes y sería el Alpine A110 Berlinette el que más victorias iba a sumar en numerosas pruebas nacionales e internacionales, logrando incluso el primer título Mundial de Constructores para Renault-Alpine en la temporada 1973.
Este exitoso modelo alcanzaba su máxima evolución en el Alpine A110 Grupo 4, que tenía la carrocería ensanchada, un peso que rondaba los 700 kilogramos y motores de 1.600 y 1.800 centímetros cúbicos, con una potencia de hasta 175 CV a 7.200 rpm.
Pero Alpine también hizo historia en las competiciones de circuito, mostrando un especial interés en las carreras de resistencia y en lograr el triunfo en las 24 Horas de Le Mans. Así aparecían prototipos de carreras como el Alpine M63 (1963), Alpine M64 (1964), Alpine M65 (1965), Alpine A210 (1966) y Alpine A220 (1968), que obtendrían sonados resultados dentro de su categoría (siete victorias de clase en Le Mans), para dar paso posteriormente a una exitosa saga de sport prototipos con los que luchar por la victoria absoluta.
A partir de 1973 entraría en escena el Alpine-Renault A440, con un perfilado estudio aerodinámico y un nuevo motor Gordini V6 2000 que desarrollaba 285 CV a 9.800 rpm. En su año de estreno obtenía una esperanzadora victoria en el circuito francés de Croix-en-Ternois y numerosos abandonos en el Campeonato Europeo 2 Litros de Sport Prototipos.
Para 1974 se redefinió por completo el chasis, se trabajó en la aerodinámica y se colocó el motor Gordini V6 2000 integrado en el chasis (sin soportes de motor como en el anterior A440), incrementando la potencia hasta cerca de 300 CV. El nuevo Alpine-Renault A441 diseñado por Marcel Hubert y André de Cortanze mostraría pronto todo su potencial, obteniendo ocho victorias a lo largo de la temporada y el título absoluto de pilotos (Alain Serpaggi) y constructores en el Campeonato Europeo 2 Litros de Sport Prototipos de 1974.
El siguiente paso sería el Alpine-Renault A442, un renovado sport prototipo que llegaba en 1975 con nuevas mejoras en el chasis y la introducción de un nuevo motor Gordini V6 2.0 Turbo que alcanzaba una potencia de 490 CV (desarrollado por Bernard Dudot).
Evidentes problemas de fiabilidad solo le permitieron alcanzar el podio en un par de ocasiones a lo largo de la temporada (Monza y Watkins Glen), aunque era el primer paso para los siguientes podios que llegarían a lo largo de la temporada 1976 en el Campeonato del Mundo de Sport Prototipos.
En las 24 Horas de Le Mans de 1976, el Alpine-Renault A442 partía desde la “pole position”, tras haber marcado una prometedora velocidad punta de 337 km/h en la recta de Mulsanne, pero una avería en el motor les obligó a retirarse a mitad de carrera.
La estrategia de Renault cambiaba en 1977, donde se centraban exclusivamente en la prueba de Le Mans, alineando cuatro unidades de su A442. Jean-Pierre Jabouille marcaba una nueva “pole position” y los cuatro coches se colocaba entre los cinco primeros clasificados, pero unas inesperadas averías en sus motores les volvía a dejar fuera de carrera.
De vuelta a las 24 Horas de Le Mans en 1978, en Renault no solo habían trabajado a fondo en la fiabilidad de sus motores V6 2.0 Turbo, sino que también se presentaban para la carrera nuevas evoluciones del A442 con mejoras en el chasis y la aerodinámica.
El Renault-Alpine V6 A442 A destacaba por la adopción de una cola larga, el Renault-Alpine V6 A442 B añadía una cúpula transparente que cubría el “cockpit” y nuevas faldillas laterales para incrementar el efecto suelo, mientras que el Renault-Alpine V6 A443 introducía un motor Gordini V6 2.1 Turbo todavía más potente (con 2.138 centímetros cúbicos y 520 CV) y también la cúpula transparente (por deseo expreso de los pilotos se quitó para la carrera, al padecer cierta sensación claustrofóbica y acumular un mayor calor en el habitáculo).
El más evolucionado A443, pilotado por Jean-Pierre Jabouille y Patrick Depailler, volaba sobre la recta de Mulsanne a 359 km/h y parecía tener la victoria al alcance de la mano, pero en la mañana del domingo tuvieron que reducir la presión de soplado del turbo ante la sospecha de una posible rotura que finalmente les dejó fuera de carrera. Era entonces cuando el prototipo pilotado por Jean-Pierre Jaussaud y Didier Pironi asumía el compromiso de liderar la prueba, hasta llevar hacia la victoria al Renault-Alpine V6 A442 B, marcando un hito en la historia de la marca francesa.
Si bien Renault dejaba en el olvido a Alpine durante casi dos décadas, en 2013 anunciaban su idea de poner a la venta un nuevo modelo deportivo para 2016, retomando nuevamente la senda de la competición con el Signatech-Alpine A450 de 550 CV, con el que conseguían el título de la categoría LMP2 en el Campeonato Europeo Le Mans Series 2013.
También han presentado tres nuevos coches concepto que nos han hecho soñar con la magia de Alpine, denominados Renault Alpine A110-50 (2012), Alpine Vision Gran Turismo Concept (2015) y Alpine Celebration Concept (2015).
Y, ahora, te dejamos que sigas disfrutando con algunas de las mejores radiografías de Renault-Alpine.